El Domingo, la directora de la Mostra, ante la ''ilegal'' situación que estaba sucediendo, le indicó a la diseñadora: ''No me destroces el desfile...no me hagas un boicot''...¿Y qué se hizo por solventar lo del ''veto''?
*Trasladamos la crónica en castellano, al intervenir en el caso protagonistas de otra Comunidad Autónoma.
Este viernes, DC conseguíamos entrevistar a Dalila López Álvarez, diseñadora que participó en el Concurso de Diseñadores Noveles dentro de la XXII Mostra do Encaixe de Camariñas, y donde, según la diseñadora, ''vetaron'' de una forma ultrajante su participación en el citado concurso y por ello, no descarta a día de hoy iniciar acciones legales contra los autores de su ''veto'' por el perjuicio moral y económico causado a su persona, después de cuatro meses de trabajo y sin igualdad de condiciones que el resto de participantes, a la hora de participar en el concurso de Diseñadores Noveles.
Incluso, según nos informaba la propia Dalila a través de conversación telefónica, la Junta de Castilla-León remitía este miércoles pasado al Concello de Camariñas, un escrito donde solicita explicaciones de lo sucedido y las posibles consecuencias por los hechos acontecidos contra la diseñadora Dalila López, residente en San Miguel de las Dueñas (Ponferrada). La propia diseñadora, remitio escritos a Partidos políticos e instituciones de la Comunidad Gallega, para dar conocimiento de lo acontecido y evitar así que puedan suceder en el futuro en concursos de esta índole.
Dalila López, agradece la actuación de 4 voluntarias de la Mostra, que intentaron ayudarla en esos momentos de indefensión, aunque no sirviera de mucho, y por supuesto no tiene nada en contra del Pueblo de Camariñas del que siempre agradece su hospitalidad (ya estuvo participando en el mismo concurso en el 2010), aunque si tiene que reconocer la poca voluntad de la organización de la Mostra por esclarecer lo sucedido y donde los protagonistas causantes de este daño a la Mostra y al concurso de Diseñadores Noveles, son dos personas pertenecientes supuestamente a la empresa encargada de dirigir los desfiles.
A día de hoy, y después de los días transcurridos, la única información que ha recibido la diseñadora Dalila López Álvarez, ha sido una llamada entre las 5 y 6 de la tarde da la Directora de la Mostra, efectuada este martes pasado, donde después de preguntarle como estaba, no dió ninguna explicación de lo acontecido a su persona, y la única preocupación era las posibles acciones legales que pudiera emprendar Dalila contra la organización del Concurso de Diseño. El mismo domingo de la Mostra, y cuando aconteció el momento más delicado del ''veto'', la directora solo acertó a decirle ante el nerviosismo de la diseñadora, que ''no me destroces el desfile....no me hagas un boicot''.
Pero vayamos a la historia, según nos cuenta la propia diseñadora, Dalila López Álvarez.....
Dalila López recibió con gran emoción que había sido seleccionada para la XIX Concurso de Diseñadores Noveles de la Mostra do Encaixe, y donde presentaría la colección ''La Venganza del Mar'', inspirada en un poema de Manuel Rivas y que fuera versionada musicalmente por Marina Rosell. Su ilusión y cuatro meses intensos de trabajo, hicieron posible que sus diseños estuvieran preparados para la gran cita en la Mostra do Encaixe.
Debido a su situación laboral, actualmente en paro, no le fue posible acudir los 5 días de la Mostra y viajó el jueves para dar los últimos retoques a su colección y ayudar a las modelos que lucían sus trajes y el domingo para asistir al cierre y entrega de premios.
El jueves, 5 de abril, llega a Camariñas, después de un largo viaje desde San Miguel de las Dueñas (Ponferrada), y llega un poco tarde ya iniciado el desfile, entre la carretera que no le era familiar y la nula señalización en Camariñas para conocer la ubicación de la Mostra (queja reiterada por otros visitantes) y que no recordaba bien después de haber acudido en el año 2010.
Cuando llega a la zona de los desfiles, acude a la puerta del Bakstage, donde un hombre de pelo ''rubio'' y seguramente perteneciente a la empresa encargada de dirigir el desfile, le cierra el paso y le dice que no pasa; ante la insistencia de la propia Dalila, esta persona le sigue insistiendo con el ''no'' y además le cierra la puerta. La diseñadora, vuelve al lugar del público para seguir el desfile, y entendiendo que no se permitía su entrada por haber comezando el desfile, decide no insistir más en ese jueves.
Dalila, contrariada por lo sucedido pero sin preocupación por entender que fuera por causa de que ya estaba iniciado el desfile, sin armar ninguna trifulca y siempre en este día de jueves sin alterar la voz y sin faltar al respeto en ningún momento, decide marchar e inicia viaje de vuelta a San Miguel de Dueñas, por cuanto entiende que llegado el domingo, podrá hacer los arreglos de esos hilos minutos antes del inicio del desfile.
El domingo, llega por la tarde, al último desfile antes del cierre de la Mostra y de la entrega de premios, acompañada de su hermana, su madre y abuela (91 años), que se sientan entre el público para ver el desfile, mientras la diseñadora acude de nuevo a la puerta del Baskstage, donde se encuentra con otra persona de la empresa que organiza el desfile (conoce su nombre pero por ahora no lo hace público) y que le impide el paso con alusiones como ''estas vetada'' además de ''tuviste tres días para arreglar los vestidos...'' y sin pensar en ningún momento que la diseñadora como tantos otros jóvenes en la situación actual de crisis se pueden permitir el lujo de permanecer 5 días en Camariñas asumiendo todos los gastos, y por tanto sólo les es posible acudir algunos días para comprobar el pase de su colección y el último día con la entrega de premios.
Posteriormente, acude con el resto de diseñadores noveles que participan en el concurso para ayudar a las modelos a vestir su colección y dar los últimos retoques. En esta ocasión entra en acción el hombre ''rubio'' del jueves, puesto que al llegar su momento de entrar, le para interponiendo su brazo en toda la puerta y diciéndole que ''estaba vetada'', y que ''no pasaba''.
La diseñadora insiste en que quiere pasar al igual que sus compañeros y hacer unos arreglos en uno de sus vestidos, pero este hombre ''rubio'' sigue negándole el paso y por tanto, ante tal situación, decide acudir a la zona de información de la Mostra para solicitar ayuda de la organización.
Hasta cuatro voluntarias acuden a otra de las puertas para entrar en el Baskstage y no hay respuesta alguna por parte de las personas de la empresa contratada para la organización del desfile. La puerta sigue sin abrirse y las cuatro voluntarias en todo momento tratan de consolar a la diseñadora y calmarla ante su total desesperación con lágrimas de rabia incluso y donde su familia, que le acompañaba, también estaban sufriendo la situación, y con su madre además con problemas de tensión.
Viendo que sigue sin existir una solución, la diseñadora logra hablar con la directora de la Mostra, y le indica el problema. La directora le hace ver que es la primera vez que ocurre un caso de esta índole, y accede a ayudar, acudiendo a la puerta del Baskstage, llamando continuamente, sin respuesta alguna por parte de las personas que estaban en su interior, e incluso sin responder a las llamadas efectuadas por la propia directora para tratar de solventar el problema. Es decir, la empresa contratada por la Mostra, se saltaba todas las normas, y no hacía ni el mínimo caso a la propia directora de la Mostra y una de las altas responsables de la organización.
La diseñadora, continúa desesperada viendo que están saliendo las colecciones junto con el diseñador/a correspondiente, mientras que tiene que ver como su colección pasa rápidamente, con menos tiempo que el resto de colecciones del concurso, y sin la presencia de la propia diseñadora, como es lo habitual en el último desfile. Entre lágrimas y nervios desatados de Dalila, la directora de la Mostra solo acierta a decirle que '' no me destroces el desfile...no me hagas un boicot'', ya que en la desesperación, la diseñadora podía subir en cualquier momento a la pasarela y denunciar así públicamente la realidad del boicot a que estaba siendo sometida por parte de personas de una empresa contratada por la Mostra y con la ausencia de poder de una organización que fue ninguneada por estos empleados que ''vetaron'' a la diseñadora, Dalila López.
Durante este tiempo, la directora intentó tranquilizar a la diseñadora, hasta que Dalila le indicó que ''esto podría tener consecuencias legales'', hecho que hizo mudar de rostro a la directora y cambiando ya de actitud hacia la propia diseñadora.
Cuando termina el desfile, los discursos protocolarios y la entrega de premios, donde Dalila en ningún momento interrumpió ni perjudicó el acto, por responsabilidad hacia sus compañeros de Concurso y hacia un pueblo como Camariñas que no merecían una mala imagen en el último día de la Mostra, la diseñadora se dirige de nuevo al Basktage para pedir explicaciones a las dos personas causantes de su ''veto'' en el concurso y miembros de la empresa contratada para la organización de los desfiles, y reconociendo que ésta vez si estaba un poco fuera de si, la respuesta que obtenía de uno de estos hombres, era ''lárgate de aqui...fuera de aqui...voy a llamar a la guardia Civil''. Mientras, Dalila le respondía que '' no sabéis el daño que me habéis hecho...y habrá acciones legales por esto''. Durante este periodo de tiempo, nadie de la organización estuvo con ella para solicitar la pertinente explicación de estas dos personas y únicamente vieron en un momento dado a ''alguien'' hablando con uno de ellos, pero no pueden precisar de quien se podía tratar. Dalila López, reconoce que seguramente, la concejala delegada de la Mostra, Sandra Ínsua y el propio alcalde, presentes en el acto, no tuvieran conocimiento o constancia de lo que estaba sucediendo. En ningún sólo lo puede corroborar la directora de la Mostra.
La diseñadora pide entonces que le entreguen los vestidos de su colección, mientras se suceden las réplicas y contraréplicas, con nervios, lágrimas y alguna que otra mala palabra, por la tensión del momento, y finalmente es su hermana la que logra retirar todo el material correspondiente a su colección que durante cuatro meses luchó por sacar adelante para presentarse a este concurso de Diseñadores Noveles.
No entiende el ''veto'' a que fue debido; no recibió explicaciones ni de las personas de la empresa responsable de la organización del desfile y protagonistas de estos incidentes, ni recibió explicaciones de la organización que debía ser la primera interesada en aclarar lo sucedido y exigir las responsabilidades pertinentes a esta empresa que no actuó conforme a lo estipulado en las bases y por propia iniciativa y con absoluto desprecio hacia la diseñadora y hacia la propia organización, con el riesgo que ello supone, por el daño causado a la Mostra, al propio Concurso y que se pueda interponer por el desarrollo del concurso y las situaciones vividas, el inicio de acciones legales que cubran los daños morales y otros perjuicios ocasionados a la persona de Dalila López.
También surgen otras preguntas....Si se confirman estas actuaciones, ¿actuará la organización de la Mostra contra la empresa encargada de la organización de los desfiles? ¿les hará responsables de lo sucedido? ¿En algún momento la organización de la Mostra explicará lo acontecido? ¿Denunciará a los responsables ante los posibles perjuicios a la Mostra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario